Debemos como padres despertar la curiosidad, el ingenio para aprender y resolver nuevos problemas. ¿Cómo se logra esto? Incentivando en los niños la imaginación, pues ellos por naturaleza son más curiosos y creativos, preguntan y cuestionan en todo momento sobre el sentido y la utilidad de las cosas.
Es importante, permitir que cometan errores, sólo así se constituirán nuevos aprendizajes. Los grandes descubrimientos y avances tecnológicos se han logrado a partir de muchos intentos y errores previos, porque las personas creativas se atreven a hacerlo, para ello se debe estimular la creatividad en el hogar, lo primero que se debe hacer es crear un ambiente familiar en el que reine la aceptación de cada uno de los hijos con sus características, habilidades y dificultades. Reconocerlos como seres humanos únicos y diferentes a nosotros, con muchos recursos para salir adelante, ejemplo de ello podría ser:
- A través del juego, ofreciéndole diversos materiales con los que se pueda expresar libremente.
- Diseñar y crear libremente, a través de su pensamiento, de su imaginación sin censuras ni críticas.
- Siendo flexibles al ver que usa procedimientos diferentes a la hora de jugar. Por ejemplo, cuando arma una casa, no con los bloques, sino con muñequitos o cajas.
- Estimulándolo verbalmente cuando de una respuesta original a una pregunta o a un problema.
- Estimulando su fluidez verbal y vocabulario para que cuente con los recursos que le permitan expresar mejor sus ideas.
- Favorecer, a través del ejemplo, la flexibilidad de pensamiento, ayudándolo a ver que un problema puede tener varias soluciones.
- Leerle cuentos diariamente, donde dé rienda suelta a la fantasía y la imaginación.
- Hacer planes divertidos y romper la monotonía diaria.
Y un sin fin de estrategias, juegos y recursos que se pueden poner en practica todo depende de la imaginación, del tiempo, la edad, e intereses, estos apenas son algunos ejemplos, la lista es interminable.
La creatividad es una respuesta natural del niño a su entorno, una manera de interactuar con el mundo que le rodea. Cuando se le impide desarrollar su creatividad, también se le impide desarrollar su autoestima.
Cuando los padres y educadores apoyan la expresión de la propia personalidad mediante el fomento de la creatividad confirman la valía personal del niño.
A través de la creatividad, los niños aprenden a valorarse a sí mismos. La autoestima es una condición necesaria para ejercitar la integridad personal. Integridad significa que las decisiones de una persona reflejan sus valores, creencias y emociones. La personalidad del niño se mantiene sólida a través de los cambios y las tensiones que pueden presentarse en su vida.
Autora:
María Alejandra Rodríguez Valera
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